Expendedores expresaron su enérgico repudio a los actos de intimidación y violencia contra empresarios
La Confederación de Entidades del Comercio de los Hidrocarburos de la República Argentina condenó los ataques sufridos por la presidenta del Movimiento Anti Bloqueos Verónica Razzini.
Tres impactos de bala en el frente de un local y una amenaza por escrito: “Retirá la denuncia porque no abrís nunca más. Att. Camioneros”. Ese fue el mensaje mafioso que recibió días pasados Verónica Razzini, titular del Movimiento Empresarial Anti Bloqueos (MEAB), en el frente de una de las sedes de su empresa de distribución de materiales de construcción, en Rosario.
Razzini ya había sufrido en 2020 un cerco sindical en respuesta a la modificación del encuadre legal de sus empleados. Todo indica que el ataque se relaciona a la disputa que mantiene desde entonces con ese gremio.
Tras la brutal intimación, Razzini recibió la solidaridad de todo el arco empresario, entre ellos la de la Confederación de Entidades del Comercio de los Hidrocarburos de la República Argentina (CECHA), que a través de un comunicado expresó su más enérgica condena a los hechos de violencia.
“Nuestra Confederación compuesta por 16 Federaciones y Cámaras a las cuales están asociadas prácticamente las 5.015 Estaciones de Servicio del país, repudia rotundamente todo tipo de violencia, sea cual sea el origen y hacia quién esté dirigido”, manifestaron los expendedores.
“Esperamos una rápida acción pública que ponga a luz lo sucedido y que la justicia determine la pena que merece quienes impulsaron y llevaron adelante semejante atropello y ataque. Nuestra actividad requiere libertad y por ello sabemos muy bien el daño que produce su restricción”, agregaron.
Los directivos de la organización señalaron al respecto que “un acontecimiento como el que debió soportar debe ser expuesto, y a tal fin nos solidarizamos con Ud. para llevar adelante una difusión que refleje el pensamiento de todos los que creemos en una Argentina libre de presiones y de actitudes patoteriles, resabios de un pasado que cuesta dejar atrás, pero que debemos enfrentar”.
Finalmente, ratificaron su “desprecio a convivir bajo amenazas e inseguridad y ciertamente valoramos seguir el camino de una sociedad moderna y sólida, sin estos arrebatos que demuestran un fracasado retroceso”.