Las Estaciones de Servicio hoy son un termómetro de lo que está pasando con la economía de la Argentina
El presidente de CECHA Gabriel Bornoroni, no duda en afirmar que el sector está en “crisis y sin solución a la vista”. Asegura que la situación es muy diferente a lo que sucede en los países de la región, salvo Bolivia y Venezuela, que atraviesan un escenario similar al nuestro.
Que las Estaciones de Servicio transitan desde hace algunos años un contexto económico desfavorable no es novedad. Sin embargo, como sucede ante cada nueva gestión de Gobierno, los expendedores renuevan las expectativas de un cambio de rumbo que revierta esa tendencia declinante.
“No fue este el caso”, señala el presidente de CECHA Gabriel Bornoroni, quien en diálogo con surtidores.com.ar, cuestionó la falta de decisiones de las autoridades en el diseño de políticas energéticas.
¿Cómo fue la situación de las Estaciones de Servicio durante este Gobierno en comparación con los anteriores?
La verdad es que es igual que con los anteriores. Sufren de los mismos defectos. No nos escuchan cuando advertimos con tiempo sobre los problemas que se avecinan para el sector y toman cartas en el asunto cuando ya es tarde. Un claro ejemplo de ello fue el conflicto por el desabastecimiento. En este punto, todos los Gobiernos actúan de la misma forma, se olvidan del último eslabón de la cadena de comercialización, que tiene el contacto directo con los consumidores, que conoce de primera mano cómo funciona el sector en el día a día.
Llevaron adelante gestiones con diversos funcionarios. ¿Cómo evalúa el resultado de las mismas?
En este tiempo, tocamos todas las puertas. Mantuvimos reuniones con funcionarios del Ministerio de Transporte, de Trabajo, con la Secretaría de Energía, con el Banco Nación, Enargas. Las reuniones fueron buenas pero no obtuvimos los resultados esperados. Siempre vamos a esos encuentros con los problemas que vemos en el sector, con diagnósticos y diferentes vías de solución, pero nunca fueron llevados a la práctica.
¿A su entender, cuáles serían las medidas a tomar para que las estaciones retomen la senda del crecimiento?
Las Estaciones de Servicio hoy son un termómetro de lo que está pasando con la economía de la Argentina, totalmente en crisis y sin solución a la vista. Para que esto cambie hay que tener un plan energético y que todos los argentinos sepan cuál es. Cuando hablamos de energía no nos referimos solo a los combustibles, sino a la electricidad y el gas. Eso va a permitir que las estaciones vuelvan a crecer. Mientras sigamos con estos vaivenes y en un contexto de incertidumbre, la situación no va a cambiar e incluso puede empeorar.
Recientemente participó de un congreso regional del sector ¿Cuál es la situación de las estaciones argentinas respecto a la de los países de Latinoamérica?
Salvo Bolivia y Venezuela, que sufren de los mismos problemas que Argentina, la situación de las estaciones en Latinoamérica es buena. ¿Por qué? Porque ante a la crisis vieron la oportunidad para sentar las bases de planes energéticos para salir fortalecidos. Pasaron por momentos duros, pero pudieron salir porque trazaron un plan que no sólo lo conocen los actores del sector, sino toda la ciudadanía. Esa es la clave para crecer.
¿Considera que las estaciones de nuestro país deberían comenzar a trabajar en la transición energética para estar preparadas para lo que viene?
Si, los estacioneros estamos trabajando en la transición energética. Consideramos que el cambio de matriz no pasa sólo por los autos eléctricos sino también por la generación de nuevos combustibles como los sintéticos y el hidrógeno, que están haciendo punta en otros países superando a la producción de autos, pero especialmente el GNC, que en Argentina tiene una gran expansión. Estamos viendo y aprendiendo de países más desarrollados, pero para ello es imperioso que los argentinos tengamos un plan energético que nos sirva de marco para dar ese paso al futuro.
¿Cuál analiza sería el primer vector energético que tomará impulso en nuestro país?
El impulso va de la mano de la finalización de las obras del gasoducto que empezaron hace más de 10 años y de trabajar fuertemente para que Vaca Muerta – como potencia petrolera que es -empiece a dar frutos. Esto nos permitirá dejar de importar gas y combustibles terminados para empezar a exportarlos. Así vamos a dejar de estar a la deriva y en constante crisis para convertirnos en pioneros a nivel mundial.